jueves, 22 de octubre de 2015

DESIGUALDAD Y FUNCIONALISMO REFORMISTA: EDUCACIÓN E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES - (TEMA 2: DESIGUALDAD SOCIAL)

La sociología educativa de los años sesenta investigó la igualdad educativa. 
Este tema tuvo gran importancia en el norte de Europa (Gran Bretaña)y en países como EEUU tras la posguerra.

Se desarrollaron diferentes investigaciones basadas en la búsqueda de variables entre el origen social y el éxito escolar, ignorando que dicha correlación pudiese deberse a algo distinto entre aspiraciones personales o al coeficiente de inteligencia

Debido a la expansión educativa producida en esta época, existió un gran interés por conocer y comparar el impacto social entre la educación y la movilidad intergeneracional, ya que existía cierta preocupación por la aparición de conflictos sociales generados por la desigualdad educativa. 

Los estudios de la época eran muy estáticos y sus conclusiones (no muy correctas) se aproximaban a la inexistencia de efectos entre la herencia familiar y el estatus ocupacional. 
Estos resultados influyeron en la generación de ideas genetistas defensoras de que, la herencia y la inteligencia eran las mayores causas de las diferencias educativas. De esta forma se puede comprender y relacionar la clase social con el rendimiento académico en la época de los años 60.

La privación cultural, argumentaba que ciertos programas de educación compensatoria fracasaban debido a que las familias (debido a sus condiciones) no daban la importancia necesaria a la educación, esta idea se une a la aspiración clasista de la familia más que con las propias capacidades innatas de los individuos, siendo más aprobada socialmente.

Podemos concluir que la sociología de la educación SÍ diferenciaba de forma clasista las oportunidades educativas, el acceso de los alumnos a los estudios, y, un factor importante, la adquisición de materiales para poder estudiar.

Estas conclusiones sociológicas llevaron a cambios y nuevas orientaciones políticas contra el fracaso escolar de la época, basándose en que la intervención precoz podría generar mejoras en la adquisición del conocimiento de los alumnos caracterizados por bajos nieveles sociales y familiares.
El método consistía en aportar estimulaciones como una adición a los estudios que cursaba con el resto de compañeros, esto se conoció como
 "Discriminación positiva" 

El resultado de tantas reformas se pudo contemplar a principios de los setenta, mostrando un desencanto con el reformismo educativo y con las esperanzas sociales de cambio. A partir de estos momentos la sociología de la educación se separó por diferentes caminos.

Cabe destacar que los aumentos de las tasas desfavorecian la escolarización de muchos estudiantes (procedentes de sociedades industriales). Además, el impacto y la variabilidad de la escolarización, difiere según los periodos estudiados. En algunos momentos, el aumento de la escolarización de las clases bajas no garantiza mayor igualdad educativa, sino al revés, más desigualdad, aunque sí aumentaban las oportunidades educativas y sin repercusión en la movilidad social.


En los años setenta se produjo un interesante punto de inflexión en la sociología educativa, ya que tomó diferentes caminos y ocurrió la ruptura del funcionalismo.
La nueva sociología de la educación entró en el aula y en la elaboración del curriculum a partir de los años ochenta, coincidiendo con el debilitamiento de las teorías de la reproducción.
Se generaron así nuevos planteamientos relacionados con la sociedad y la educación.


Bibliografía
Bonal, X. (1998). Sociología de la educación. Barcelona: Ariel. pág 29 - 69. Recuperado de: http://www.mecd.gob.es/dctm/revista-de-educacion/articulosre317/re3171100465.pdf?documentId=0901e72b81270c11



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